Tu mano se acerco a mi pecho.
Contuve el aliento.
Respirabas el aire que yo desperdiciaba. Mis ojos revelaban miedo y mis labios los contradecían
con deseo. Tu boca no dudo al tocar la mía y mis manos se abrieron camino en tu espalda. Cada
botón o cierre fue una tortura. Tiraste de mis ropas hasta rasgarlas, nunca me importaron tan
poco como en ese momento. Te quitaste cada prenda alucinándome con los reflejos de tu piel, y entonces vi tu cuerpo noble, desnudo de apariencias. No reprimí la tentación de protegerte, enredándote entre mis brazos y sintiéndote entre mis piernas. Tu cuello incauto fue víctima de mis besos en un preludio de caricias y desenfrenos. El aroma de tu piel penetraba en mí al igual que tus dedos y con un beso acallaste mi quejido.
2 comentarios:
que lindo ese relato, será real? pasó? me encantó... que te puedo decir,
yo estoy bien, lamento haber cortado tan bruscamente nuestra amistad,pero las circunstancias no estaban a mi favor. Solo espero que estes bien... te deseo lo mejor... vos sabes quien soy..
podrias haber dicho adios y no desaparecer de esa forma.
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