25 de junio de 2009
Cada Rosa
Cada rosa tiene su espina
Y por tí, puedo decir que he tenido la mejor de las heridas,
las más limpia, la más grande, la más profunda.
Esa herida, que nunca cicatriza y que siempre duele.
Esa herida, que cada vez que la miras te hace recordar como fué que llegó hasta allí.
Esa herida por la que todos te preguntan ¡¿que rayos te pasó?!
La herida más limpia, más grande, más profunda y más sangrante que jamás he tenido y que de seguro jamás tendré, porque has sido la primera... la primera herida.
Esa, que no sé cómo se extendió hasta el corazón, lo apretó, lo estrujó y lo rebentó.
Eres esa herida que me dejó en un coma profundo.
He descubierto que el paso de los días se ha llevado tu aroma, tu textura tan delicada, el brillo de tus ojos, tus palabras bellas al despertar, tus besos a cualquier hora del día, tu calor, tu vida...
tu vida...
y la mía.
Las cicatrices del cuerpo se irán borrando conforme valla cambiando la piel.
Como haré?
si el corazón no tiene piel...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario