6 de diciembre de 2008


Glorifique tu cuerpo y tu alma esa niña medrosa,
Ascienda tu placer hasta el cielo, si es así lo que quieres,
Estimule tus sentidos y te haga la vida maravillosa,
Porque sé que a mi no me querrías, aunque lo supieses.

Mi amor será sublimado por la muerte
El tuyo vivirá alegre entre los ajuares de la dicha
Tus abrazos serán una hueste de ilusiones por tenerte
Y nuestra amistad seguirá por la palabra no dicha.

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