9 de agosto de 2008

-Dejame morir!
...ella le rogaba
-No!
...le contestaba él
... y la estrechaba entre sus brazos... con los que la protegió y le entregó su calor, le entregó su respiración, su aliento, su energía... que le devolvieron el brillo en los ojos, el color en las mejillas, la palpitación de su corazón... la vida.
Blanca abrió los ojos y él la besó
se quedó recostado junto a ella y pasaron las horas...
anocheció, ameneció y anocheció otra vez, ninguno se movió
nunca más.

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