... fuimos producto de emociones infinitas, de una noche calurosa, de estrellas opacas, de estrepitosos ruidos insensatos, de caricias perversas y palabras de amor suicidas en una vulgar y extraña noche sin luna. Escudriñamos el inagotable placer de nuestros blancos cuerpos, agotamos el incesante misticismo de amor carnal, de amor vulgar y sublime, sucio y pulcro, salvaje y tantas veces contenido en espasmos de ardor prohibidos entre nosotras.

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A +DARKANA+